Post Módulo TyD - Sociedad de la Información

Actividad obligatoria del módulo:

Transformaciones y Desafíos de la Educación

a) Paso a enumerar las herramientas características de la SI que he incorporado y con las que actualmente me relaciono, aclarando que he renovado las mismas a través del tiempo, para llegar a esta identificación actual:
Computadora personal (PC) y sus accesorios (impresoras, escáner, memorias que permiten lecto-escritura vía USB, pendrives, MP3, etc.), telefonía móvil (celulares), Internet banda ancha, TV Satelital (interactiva a medias), TV de alta definición, reproductor de DVD, sistema de audio digital, cámara digital.

b) En 1987, compre mi primera PC, que me permitió iniciar la actividad de desarrollar software en forma independiente, y en 1989 tengo mi primer contacto con la enseñanza de la computación en un instituto privado de enseñanza media; consistía en enseñar a programar BASIC y bastante teoría sobre informática, en general los alumnos no demostraban el interés por la materia como lo tienen hoy, las prácticas se hacían bajo DOS cargando ejercicios de BASIC con muy poco uso de utilitarios (Lotus 123 y Wordstar), sin una transposición didáctica acorde al nivel, enseñábamos de la misma forma que en un nivel terciario pero con menor exigencia, era todo muy experimental. Se pensaba por ese entonces que todo el mundo debía saber programar, reduciendo el uso de planilla de cálculo y el procesador de texto, como que era algo secundario operar una PC. Con el advenimiento de Windows ’95 dí cursos en institutos de computación privados, de los programas Office y de diseño gráfico, el alumnado estaba formado por adolescentes, jóvenes y adultos, muy heterogéneo en cuanto a los niveles de escolarización, pero en común todos tenían la ilusión de formarse y así manejar las herramientas de computación, para así sentirse incluido y con la aptitud necesaria para la vida laboral de ese entonces (mediados de los ’90 en adelante).

Por otra parte, desde principios de los ’90, en mi trabajo de programador necesitaba contactarme con colegas y compartir experiencias, y por sobre todo actualizarme; por entonces con un grupo de programadores, teníamos las primeras experiencias de conexiones vía ARPAC (la red de ENTel de transmisión de datos) y descargábamos material de un BBS (Bulletin Board System) Español de programación Clipper al que estábamos suscriptos, a una velocidad de 1200 bps (creo o 2.400), luego nos repartíamos copias individuales en disquetes.

Como conclusión de mi relación con las tecnologías y el acceso a la información que ellas me brindan, destaco que siempre fue una necesidad, que con el paso del tiempo es menos costosa, más accesible, más segura, más fácil de obtener, más libre, pero por contrapartida, es renovada de una manera muy vertiginosa, y los tiempos no alcanzan, por ello no sólo los nuevos y potentes medios tecnológicos que nos permiten el acceso cobran importancia, sino también el nivel de conocimiento de quienes manipulamos la usina generadora de información y conocimiento.



c) En la época en que yo me formé se podría decir que los cambios no eran tan abruptos como lo son hoy, no recibíamos tanta información, digamos que todo era más calmo, más estático, leyendo la bibliografía básica Diego Levis cita La Tercera Ola de Alvin Toffler, eso hizo que recordara una experiencia muy interesante a mediados de los ’80 cuando un profesor en su clase, proyectó un audiovisual del tipo documental llamado “El Shock del Futuro”, basado en ese libro de Toffler y creo que también sobre la Tercera Ola, era narrado y presentado por Orson Welles, la proyección causó un gran impacto en el auditorio que disparó en un debate, resumiendo el impacto: a la mayoría le resultó muy temerario lo que allí se presentó como el futuro, y que consistía de un alto contenido de catástrofe, crisis sociales, caos en el medio ambiente, cambios en la cultura y la sociedad.

Creo que en ese tiempo no estábamos preparados para enfrentar la incertidumbre sobre lo que el futuro nos ha de devenir, tanto como hoy, debido creo a la abrumadora información que a diario recibimos y consumimos, que hace que pensemos y consideremos a la incertidumbre para encarar el futuro, “Una nueva conciencia empieza a surgir: el hombre, enfrentado a las incertidumbres por todos los lados, es arrastrado hacia una nueva aventura. Hay que aprender a enfrentar la incertidumbre puesto que vivimos una época cambiante donde los valores son ambivalentes, donde todo está ligado.”[1], más adelante el autor señala al momento de hablar de que lo inesperado llega a ser posible y realizable: “…sepamos, entonces, confiar en lo inesperado y trabajar para lo improbable….”.

Durante los últimos 10 años con el devenir multiplicador del uso de computadoras, celulares e Internet en todos los ámbitos de la sociedad, dándole vida con ello a las TIC, contribuyendo a ampliar y diversificar las formas de comunicación, alterando idiosincrasias y generando nuevas culturas y maneras de comunicación de la sociedad.

Hoy, se le asigna a la información un alto valor, donde el gran desafío es saber adquirirla, distribuirla, seleccionarla y transformarla en conocimiento. La información y el conocimiento, se renuevan de forma acelerada. Se dice que la información se duplica cada cinco años y hasta menos. Y se calcula que, por primera vez en la historia, nos encontramos con que el ciclo de renovación del conocimiento es más corto que el ciclo de vida de la persona. En cualquier caso, el crecimiento del conocimiento es vertiginoso[2].

La escuela parece estancada, no renovándose a la altura de las circunstancias que rigen al mundo de hoy y resistiendo ante el cambio tecnológico, manteniendo sus viejas estructuras, la escuela, no puede ni debe estar ajena a los cambios actuales, debe preparar y formar ciudadanos que puedan integrarse y transitar por la sociedad de la información y del conocimiento, dotándolos de la educación en red necesaria que posibilite la formación permanente de quienes hoy peregrinan por la escuela.

Las redes tecnológicas sólo tienen sentido dentro de las redes sociales, si la escuela sigue siendo un elemento aislado nunca podrá incorporar la tecnología, es incompatible. El desarrollo de las redes supone un proceso evolutivo en el que la innovación y el aprendizaje es un aspecto central. El reto actual es que no sólo tienen que aprender los estudiantes sino las propias escuelas[3].

Citas bibliográficas:

[1] MORIN, Edgar, Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. París, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 1999.
[2] CARBONEL SEBARROJA, Jaume, La aventura de Innovar. El cambio en la escuela, 2ª ed. Madrid, Ediciones Morata S.L., 2001.
[3] GROS, Begoña, De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que…. cambie la escuela. Universidad de Barcelona, 2004.

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